miércoles, 2 de marzo de 2011

Los porteros del edificio y yo.

Hace un tiempito que estoy viviendo en un apartamento con porteros 24hs, es todo un mundo nuevo para mí. En la casa de mis viejos había portero un rato en la mañana y un rato en la tarde, hasta que renunció y nunca más viví esa experiencia.
Me imagino lo que debe ser pasar por la adolescencia con portería 24hs! Oh the humanity! Volver en pedo a las 6am con los zapatos salpicados de vómito, siempre con un testigo que te abra la puerta y te diga "buen día", cuando obviamente es noche, si todavía no te fuiste a dormir. Ojo, que alguien te abra la puerta cuando estás en pedo no está nada mal, como todo: tiene sus pro y sus contra.

Bueno, y ahora, a falta de un portero tengo 5. Está con el que hablo de motos y autos en general, parece que tiene muchos dientes porque siempre está sonriendo.Por otro lado, esta el portero con el que hablo sobre cuál es el método más eficaz para matar a los mosquitos y qué crema antialérgica usar en caso de picadura, resulta que una vez lo vi con cara de loco con una revista hecha un rollo tratando de matar mosquitos, ahí me enteré de nuestra alergia en común y desde ese momento es nuestro tópico de preferencia. Después está el portero que sospecho que es depresivo o me odia, no pude sacarle una sonrisa en todos estos meses, también cada día se aparece con un dispositivo de comunicación más grande, arrancó con el celu, después con otro con teclado qwerty, para finalizar con el laptop. El portero de la noche tiene todos los accesorios porterísticos, bigote, tv de 5 pulgadas y una camperota acolochonadita, seguramente sabe siempre cómo va a estar el tiempo, si hay paro de algo, aumento de precios y chismes de vecinos.

Por último está el que asegura que soy la mina más Manya del mundo, todo gracias a un pequeño evento: Una vez estaba entrando al edificio y él estaba escuchando un partido de Peñarol, le pregunté "Cómo va el partido?", le respondí con un "bien!" a su "1 a 0 gana Peñarol" y ahí comenzó todo. Siempre que me ve, hace un comentario sobre Peñarol o fobal en general. Poco a poco fui generando una locura por estar enterada de las últimas noticias peñarolenses para no decepcionar a Ricardo, aunque realmente no me interesan. Resulta que Ricardo está en la tarde hasta las 10pm, justo en la hora que llego, si pasó algo en el mundo Manya en el día, lo tengo que saber o improvisar, sabiendo que SEGURO algo me comenta. Una vez casi entro haciendo que estaba hablando por celular, pero justo un amigo me salvó con un mensaje "perdieron 1 a 0 y tu vida es una mentira, Chechu", así que puse cara triste y entré al edifico, "mejor hablemos del tiempo" le dije.
Y así estoy, alimentando día a día la mentira, pero tampoco me animo a decirle: Ricardo, en ralidad me cae bien Peñarol, no soy tan Manya como pensás. También debo aclarar que me entretiene cada vez que realizo con éxito una actuación, el otro día que jugaba Peñarol traté de ver cómo iba el partido cuando pasé por el bar de la esquina, el reflejo de la ventana no me dejó ver nada, pero sabía que estaba el partido en juego, así que entré apuradita diciendo "subo rápido así puedo escucharlo!" me avisó que íbamos ganando, simulé alegría, llegué a casa y me puse a ver videos en youtube.

Así que ya están avisados, si juega Peñarol, cambian de técnico o lo que sea, me ponen un comentario acá o me avisan en @chechunor, se los voy a agradecer mucho, recuerden que, por lo general, a eso de las 7 estoy saliendo para casa y va a estar Ricardo esperándome con la puerta abierta y comentarios deportivos, gracias!

viernes, 7 de enero de 2011

Las maquinitas.

Las maquinitas, esos lugares maravillosos que todavía se siguen manteniendo en los balnearios. Quienes nos hemos enviciado con algún juego que nos vaciaba las monedas de los bolsillos, y ocupaba la mayor parte del tiempo de nuestras mentes, con pensamientos estratégicos para poder llegar a un nivel más, sabemos que en esos lugares tan especiales hay reglas. Son reglas que todos conocemos pero no están escritas en ningún lado, se pueden romper, pero al precio de manchar nuestra reputación y eso es algo que vale MUCHO en estos lugares.

Siempre fui de concurrir a las maquinitas, pero no me colgaba con ningún juego ya que por lo general tenía los mismos juegos en la computadora o Family. Jugaba a aquellos que valían la pena jugar por ser diferentes (esos que no eran solo una palanca y botones), pero lamentablemente mis habilidades nunca fueron buenas y en el House of the Dead me mataban al toque (si no jugaba con una pareja que me cubría todo el tiempo), en los de rally jugaba con cambios automáticos y me chocaba en cada curva, etc, etc y terminaba jugando al tejo, para aumentar mis niveles de adrenalina, o al pool con mis amigos.

Así que nunca había tenido la "full experience" en esos lugares, hasta que un verano fui a Piriápolis con @Pabola y su familia, ese verano conocimos a la Tekken 4 y nuestra rutina fue la siguiente: Desayunar, playa, ir a jugar unas fichitas a la Tekken para ir conociendo todos los personajes, almorzar, siesta, si la fisura era grande nos jugabamos otras fichas, playa, cena, la sesión de Tekken más larga de la jornada para la noche y después ir a tomar algo.
Así conocimos a fondo las reglas del lugar. Temprano en la tarde podíamos ver a las chicas practicando en el Dance Dance Revolution y a la noche veíamos como desarrollaban el show para su público que se acumulaba atrás de esa maquinita. Modestia aparte, con Pao teníamos nuestro público también, pendejitos asombrados de "como dos nenas pueden jugar tan bien" y nunca superaban los 12 años (nosotras ya andábamos por los 18).

Esas noches aprendimos varias reglas:
*Si jugas a una máquina "de pelea" con un amigo, para que rinda más la ficha, primero juegan el uno contra otro y después se turnan contra la máquina. Con Pao nos turnábamos por round, cosa que metía mucha presión para el que jugaba el segundo round, si se había perdido el primero.
*Si compraste muchas fichas, como para tirar toda la noche en una misma máquina, tenés que cederle el lugar a los que tienen menos fichas o quieren jugar una sola partida, es lo justo.
*Siempre se aceptan los desafíos, está mal visto rechazar a uno.
*Si te ganan en un desafío cuando vos estabas usando la máquina, el ganador se la queda, por ley.
*Ganarle al oponente usando siempre el mismo truco, piña o patada es de chancho con pocas habilidades. Los que saben hacer buenos combos son los más respetados.
*Se pregunta antes de meterse en el juego de otra persona, por lo general la respuesta es positiva, pero hay excepciones, casos personales, por ejemplo: cuando uno ya casi se terminó todo el juego sólo, hay gente que le encanta que le den una última mano, otros lo toman como una invasión al récord personal.
*Nunca te dejes engañar por las apariencias, hay mucho pendejito avivado en la vuelta, te muestran una ficha y te dicen "me dejas jugar una partida?" y cuando le cedes tu lugar sacan 50 fichas del bolsillo y se quedan terrible rato. Esos pendejos no tienen códigos!
*Tampoco te dejes engañar por un pequeño infante con una fichita y cara de buenito que te desafía, muchas veces los dejaba ganar o que me golpeen un poco, ERROR, son unos animales jugando, hay que ganarles con todas las de la ley y ellos aprecian eso, aprenden y en estos juegos aprender es lo que más vale.
*Siguiendo con la línea de aprender: Llegar al último malo y que te mate de un golpe es una derrota fea, no porque no te diste vuelta el juego, sino que UN golpe no te da tiempo de aprender cuáles son las debilidades del malo y cómo y cuándo hay que pegarle o esquivar golpes. Se sabe que no se puede ganar al último malo de una, la complejidad va creciendo de forma exponencial en cada nivel, se requieren mínimo 3 juegos para poder ganarle: el que te mata de una, el que te mata con la mitad de energía y el que le ganas con tu energía al mínimo, eso es el juego ideal.

Creo que ya cubrí las reglas más importantes, cuando quieran con Pao les jugamos unas fichitas en la Tekken 4, ni la 1, ni 2, ni 3, ni 5 ni nada, la Tekken es 4 y punto. Si se les ocurren más reglas por favor comenten :)

Un juegazo: