jueves, 16 de septiembre de 2010

3 diseñadores vs 2 discos duros.

Me siento como una corresponsal de guerra, pero con informática. A mi lado, hace más o menos una hora, hay dos computadoras abiertas sobre el escritorio, junto a ellas 4 diseñadores tratando de pasar dos discos duros, de una a la otra.
Todo el problema arrancó con uno sólo, super convencido agarró el destornillador eléctrico y meta a sacar tornillitos, la abrió: éxito! Se quedó mirando adentro, super serio, después de todo, había logrado abrir el CPU, qué tan complicado puede ser el resto. Identificó los discos, los desenchufó, hizo lo mismo en cada una. Ahora comenzó el verdadero desafío, y después de un rato me empezó a preguntar cosas, como quien no quiere la cosa, "cómo me doy cuenta cuál es el disco C?" Le recordé que podía fijarse en la capacidad de cada uno para darse cuenta, si hay algo que los diseñadores recuerdan bien de bien, es exactamente la capacidad de cada disco y cuánto les queda libre, mejor que la fecha de cumpleaños de su vieja.
Luego de mirar, enchufar y desenchufar varias cosas, se aburrió, habló por tel, volvió. Al ratito, apareció el diseñador #2, que parecía encarar un poquito más, dijo cosas como "jumpers" y "esclavo", un poco de esperanza se apoderó de sus corazones, y del mío también. Al ratito, estaba todo pronto y enchufado, prendieron, "se ve mal" se escuchó. Reset, y a apretar todos los F para ver cuál era el que los llevaba al menú de buteo, se dieron cuenta solitos que era el F8. No entendieron mucho, a los minutos, las pobres máquinas destripadas nuevamente.
Al ratito vino diseñador #3 a saludar, notó la situación de sus fellow diseñadores y se dispuso a ayudar. #3 es tuerca, se puso a tratar a las máquinas como si fuesen autos, faltaba que haga un agujero en el escritorio y se ponga panza arriba a arreglarlas, cual fosa de mecánico. Debo admitir que pensé que con #3 lo lograban, después de todo le ganaban en número a los discos, eran 3 contra 2. Pero no, los discos aguantaron cuales guerreros espartanos, se escucharon cosas como "el problema son los codex, cada disco tiene un Window$ diferente", los otros asentían seguros de que era eso.
Se rindieron, no iban a poder contra los codex, las armaron con sus discos originales correspondientes, trataron de prender una, nuevamente "se ve mal, tiene que ser el monitor entonces", se fueron los diseñadores #2 y #3, el #1 quedó tratando de solucionarlo un rato más, ya era algo personal. Me paré de la silla, la culpa me movió, no soy buena con el hardware pero capaz que me manejaba un poquito mejor que ellos ;) "no Chechu, dejá no te hagas problema", sé que el motivo de su negación no es machismo, creo que fue la vergüenza. "No, no, ya me perdí con esto" dijo #1, volvieron #2 y #3, para ayudarlo a dejar todo como antes, creo que sintieron un calambre en la panza y pensaron "#1 necesita nuestra ayuda", tomo las riendas #3, el mecánico, mientras #1 le decía "Dejá, llamamos a Anbial", Anibal es, obviamente, el que les arregla las máquinas, actualiza los antivirus y todas esas cosas que hacen los técnicos PC.
#2 y #3 no se rendían, mientras que #1 le dejaba un mensaje en el cel a Super Anibal.
En eso aparece #4 que llegó con cara de dormido, es el más jóven de todos y trataron de convencerlo a que ayude diciendo cosas como "imaginate que esto es como un play y hay que cambiar los joysticks" simplemente, priceless.
Se fueron todos, quedé sola en la oficina con dos computadoras destripadas y unas risitas que se escuchaban desde adentro de ellas, los discos riendo victoriosos.
Volvió #1 al ratito, le pregunté si estaba seguro que no quería que lo ayude, pese a que trato de no hacer esas cosas para que no me llamen a cada rato para que los ayude como hace mi abuela, se negó y con una risa frustrada me dijo "Ahora el problema es que sobra un cable".

Aclaración, sé que #1 lee mi blog, no quiero a ofender a ninguno, son excelentes diseñando, pero esperen a que venga Anibal porfis!!
Ah, y va foto de uno de los momentos en que pude capturar a los 3, a pedido de la gente de twitter...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cuando se van terminando los condimentos...

Hace 6 meses que me mudé del nidito calentito llamado “casa de mi vieja”. No me hacen más la cama (salvo cuando mi vieja me visita y no puede aguantar su impulso acomodativo), la casa la tengo que limpiar yo (o @Pabola), tuve pensamientos del estilo “si me rapo, se reducirá el nivel de peluzas en la casa?”, ya abrí la heladera con hambre y no había más que un par de botellitas con agua y una mermelada vieja. Todo eso y un montón de cosas más implica vivir sola, teniendo en cuenta siempre lo positivo, sé que están esperando que diga “vivo con mi mejor amiga” si, obvio! Pero yo estoy hablando de las cosas no obvias, les cuento...

En mi casa NUNCA habían condimentos, a menos que un día especial tocaba milanga al horno y mi vieja compraba el sachet más chico de la mayonesa más barata porque “tiene más gustito a limón” (si, pero de gusto a mayonesa cómo anda?!). Me crié comiendo mayonesa, ketchup y mostaza en la casa de mis amigos que no sabían apreciar los tesoros que dormían en sus heladeras. La gente que siempre tuvo condimentos, supongo que la mayoría de los Uruguayos, no saben lo feliz que me hace abrir la heladera y saber que están ahí, esperandome el ketchup pronto para fusionarse con la mayonesa para hacer el mejor golf, con gustito a independencia, del mundo! Me tienen un amor incondicional, son mis ángeles de Chechu y siempre vienen con sus primitos, mostazas de diferentes variedades y salsas de todo tipo.
Ser independiente implica, también, hacer las compras para la casa, aka, comprar condimentos cuando se me terminan los anteriores. Como todos sabemos, SIEMPRE que uno va al super se olvida de traer algo, ese algo por lo general es la pasta de dientes, shampoo, huevos y lamentablemente, los condimentos. Por lo tanto, cuando veo que se me está por terminar uno, lo raciono más a la hora de consumirlo porque sé que me voy a olvidar de comprar nuevos y no quiero ser egoísta con mi yo del futuro, no sea cosa de que haga panchos y no tenga qué ponerles arriba! Esto mismo provoca odio instantáneo e irreversible con la persona que DESCONCIDERADAMENTE se puede llegar a terminar el último fondito de mostaza, justo cuando preparé puré, y con lo que me gusta ponerle mostaza y limón al puré! No me juzguen, estoy segura que el día que Narda Lepes coma milanesas con puré y accidentalmente le caiga limón y mostaza al puré, va a salir corriendo al Gourmet a grabar su nueva receta, vieja para mí.

Así es, en estos primeros meses de independencia estoy tratando de ponerme al tiro, luego de 24 años de carencias condimentativas. Así que si un día van por mi casa y se terminan uno de mis ángeles de Chechu no vuelvan a aparecerse a menos que sea con condimento en mano, gracias.