Punto 0

No recuerdo las palabras exactas del enunciado físico, pero la cosa es algo así: tiren una cosa para arriba, un encendedor, sube y gracias a nuestra amiga la gravedad, baja, lindo no? Nada nuevo. Bueno, les cuento lo que, por algún motivo, me fascina cuando el encendedor cambia de dirección (de arriba para abajo) en un momento queda en velocidad = 0. Ese momento de velocidad 0, es el que voy a usar para este físico, yet, filosófico y por qué no, inspirador post... ponele.

El público emprendedor se puede llegar a sentir muy identificado con esto, pero no es necesario sentirse emprendedor para comprender lo que voy a escribir.
Nota: “sentirse emprendedor” porque emprendedor, en mi opinión, es un sentimiento, todos somos emprendedores, en diferentes medidas.

Cualquiera que tenga un objetivo planteado, tiene que recorrer un camino para realizarlo, comparado con el encendedor, el impulso que le dio nuestra mano para que suba, es la primer parte del camino, el impulso inicial, toma de decisiones y arrancar con todo el emprendimiento. Primero con toda la motivación por el nuevo camino a recorrer, luego por la fuerza de gravedad (en el caso físico) que lo “tira” hacia abajo (físicos, no sufran, estoy tratando de hablar con el público general). Esta gravedad, la fuerza de rozamiento, ainda mias que son fuerzas con sentido opuesto a la dirección de nuestro objeto, generan eso, que el encendedor se detenga, velocidad 0. La parte más complicada del camino, pero aún así la que más se puede disfrutar si nos lo permitimos.

Si me permiten, voy a cambiar de ejemplo por un párrafo. Hace unos laaargos años fui al Beto Carrero, jojojo, subí a una de las atracciones más divertidas del parque: el ascensor, te sentás en ese ascensor abierto, te suben como pedo, te dejan unos segunditos parado en la parte más alta, se puede ver todo el parque desde arriba, linda vista. Ese momento, es el momento de velocidad 0, sentís mucho miedo, porque sospechas lo que se viene, porque viste a los otros caer y gritar, pensás que te van a salir volando las chancletas (been there) y muchas cosas más, pero si te permitís, podés disfrutar de la vista y aflojarte para lo que viene, temeroso pero es para lo que te subiste: el cambio de dirección, la caída.

Volviendo al encendedor, cuando se encuentra en velocidad 0 NO implica que no tenga aceleración, por más de que se sienta así, recordemos que la aceleración genera cambios en la velocidad, una velocidad constante no posee aceleración, por más de que aquí si parece que tenga. La cosa es así, y es lo más complicado de entender: un objeto con velocidad 0 puede estar acelerado, no siempre lo está obviamente (una mochila en el piso no tiene aceleración). En el caso del encendedor, uno está acostumbrado a relacionar velocidad y aceleración, pero nuevamente, nuestro encendedor, en ese punto de velocidad 0 va a empezar a bajar con todo, con la aceleración de la fuerza de gravedad = 9,8m/s2

Entonces, el peor y el mejor momento (según me parece) se fusionan en uno, en ese momento 0, ya llevamos recorrida la mitad del camino, la más complicada, en la que tenemos muchas fuerzas en contra, pero parece que no hay aceleración, que está todo quieto, incluso que todo sale mal. No hay que asustarse y agarrar al encendedor en el aire con la mano, dejen la mano abajo tranquila y disfruten de la caída que si hicieron todo según lo calculado, con ganas, especialmente eso, ganas, huevo y corazón, va a estar la mano ahí abajo para agarrar al encendedor y nunca se van a sentir tan bien.

Personalmente, estoy recién, recién, reciéeeeeeen saliendo de ese punto 0, se siente todo como la reverenda mierda arriba, pero lentamente, con el apoyo de mi pareja y mis fieles amigos (gracias!) aprendí a disfrutar de ese momento y la caída que se me viene... chau! Nos vemos en la mano!!

Les recomiendo leer este artículo de mi gran, gran amiga Mariana Alvez, para seguir con la línea.